Camino por la calle recta
ese camino me lleva al parque.
El césped me invita, y me siento
A mi derecha un hombre calvo con camisa roja
A mi izquierda una mujer pasea a su perro.
Frente a mí, cuatro transeúntes,
dos hombres, dos mujeres;
el uno grita a voces con acento extranjero,
la mujer revela su secreto “mi cabello es
único”.
Transeúntes corren, vienen y van, y yo sentada,
sólo pienso, ¿a dónde van?
El árbol de junto me dice apóyate, y duerme.
Alrededor tapas de cerveza, colillas de tabaco
Una manzana con un huequito.
El perro de la mujer olfatea la manzana, la muerde, la disfruta,
mientras la mujer asustada grita:
¡no DEY suelta esa porquería!
Yo me pregunto:
¿qué habrá hecho el perro para
llamarse Dey?
Respiro, agradezco la invitación al césped y
al árbol,
y
pienso, no hay nada como no hacer nada.
Paola L.C©
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